martes, 18 de noviembre de 2008

Miedo y asco

Miedo.
Tengo miedo de que hoy se haya llegado a una especie de Punto Final; de que un juez haya tenido que inhibirse de su finalidad esencial, que es la búsqueda de la justicia; de lo diferente que es la democracia en Alemania, o incluso en Argentina o Chile; de que miles de personas todavía no puedan dar digna sepultura a sus hermanos, padres o abuelos asesinados; y tengo miedo porque éstos seguirán tirados en cualquier cuneta, sin ningúna lápida o identificación, quién sabe hasta cuando, mientras otros, en cambio, dormirán mucho más tranquilos esta noche, escuchando día tras día su emisora episcopal favorita, frotándose las manos y pensando en lo atada y bien atada que les quedó esa transición cerrada en falso.

Asco.
Siento asco por tener que compartir espacio vital con aquellos que sólo saben ver venganza y rencor donde únicamente puede haber justicia; con aquellos que denuncian el reabrir heridas, aunque realmente nunca se cerraron; asco de ver cómo, por fin, se han quitado la careta mostrando todo su odio, esos que se quejan cuando se le quita una calle a un fascista o se vota para que deje de tener un título honorífico; asco de tener que aguantar como aún se sigue justificando la represión, el crimen y el delito; pero sobre todo puro asco de que todo esto continúe pasando 33 años después de meter bajo una gran losa al enano genocida.

1 comentario:

tre dijo...

comparteixo la teva opinió.
Un petó!

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