sábado, 16 de diciembre de 2017

Con la cabeza y con el corazón

Publicado en Cugat.cat

En el momento en el que sean leídas estas palabras, quedará menos de una semana para las elecciones autonómicas más excepcionales e imprevisibles que se hayan realizado jamás. Serán los días finales de una larga campaña electoral que empezó hace mucho más tiempo que el establecido oficialmente, claramente marcada por los diferentes posicionamientos y comportamientos de los partidos que se presentan.

Si se pudiera reducir a un máximo común divisor sus propuestas, dichos partidos se podrían ordenar en torno a dos ejes principales. Por un lado, los que reclaman una independencia justificada más por los sentimientos que por la racionalidad, y que por lo tanto deja de ser posible y viable: basta ver las consecuencias económicas, sociales y legales que ha tenido su intento de aplicación para comprender que, si bien se podían llegar a justificar como sentimiento e identidad, carecen de cualquier posibilidad de aplicación o desarrollo en la sociedad actual.

Por el otro lado, tendríamos otros partidos que han basado su campaña electoral en la mera contraposición al planteamiento ideológico de los anteriores, pero incapaces de hallar una salida que permita resolver esta dicotomía. Ambas opciones, a su vez, comparten el peligro de un inmenso daño colateral ya que solo podrían llevarse a cabo dando lugar a unos vencedores por encima de otros perdedores, que seguirían siendo ciudadanos de Catalunya.

Por eso, cuando unos ofrecen ideas que ya no solo carecen de un horizonte teórico que las respalden sino que ellos mismos han acabado reconociendo que ni siquiera sabrían cómo implementar, y otros sólo proponen el ahogo y la represión de esas ideas, la mejor opción -sin duda alguna- es aquella capaz de ofrecer soluciones, rompiendo el bloqueo y generando acuerdos entre todas las partes a través de la reconciliación, del pacto y del diálogo; aquella que aporta argumentos y propuestas solventes de tipo económico, social, territorial, etc. y que es capaz también de gobernar para la totalidad de la ciudadanía desde la honestidad, la estabilidad y el compromiso.

Es esa opción que, ante el enfrentamiento entre dos modelos claramente ineficaces, propone ponerlos de acuerdo mediante la reforma de la constitución, transformando España en un estado federal que incluya la mejora de la financiación y el autogobierno; así como el devolver la política a las tan recientemente denostadas instituciones y, en definitiva, ofrecer soluciones a las demandas de la sociedad catalana y a la nueva realidad del siglo XXI.

sábado, 4 de noviembre de 2017

Burbujas

Publicat al Cugat.cat

Últimamente nos hemos acostumbrado a oír hablar de “burbuja” como la subida anormal y prolongada del precio de un producto que se aleja cada vez más de su valor real. Este tipo de burbuja representaría algo artificialmente inflado y vacío de contenido, y en este sentido destacan la burbuja económica o financiera, pero sobretodo la burbuja inmobiliaria.

Recientemente, los hechos acaecidos nos han acercado vertiginosamente a otra definición del este concepto, que sería el de la burbuja política: iniciativas que pueden llegar a movilizar a cientos de miles o incluso millones de personas, pero carentes tanto de un contenido teórico sólido como de argumentos legales o de propuestas factibles, maduras o solventes como el movimiento independentista catalán.

Pero como todas las burbujas, también ésta corría el riesgo de estallar. En este caso, la huida del ya expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont para evitar responder ante la justicia de los hechos realizados es el máximo ejemplo de como se ha desinflado rápidamente una enorme burbuja en torno a la cual había prendido el discurso independentista, construida e inflada a lo largo de bastantes años en base a la necesidad de reivindicarse frente a una realidad española de la que –decían- había que desvincularse y que fue ganando terreno en la esfera pública hasta dividir por la mitad a los catalanes.

Al final el tiempo ha dado la razón a los que alertaban contra este desastre realizado en la sociedad catalana: la falta de una mayoría favorable a la independencia ya era motivo suficiente para no transitar el camino a la desconexión, de la misma manera que ésta reclamación no podía ser el objetivo único ni la cuestión primordial en una sociedad en la cual éste sólo debía ser el último de los recursos al carecer de esa base social, teórica y también legal.

Afortunadamente, hay otras propuestas que no han dejado de trabajar todo este tiempo para seguir tratando de encontrar fórmulas que reconozcan la personalidad nacional catalana, mediante una reforma de la Constitución Española que establezca una relación federal entre Cataluña y España que reconozca sin temor el carácter plurinacional, haciendo compatible la unión con la autonomía de las naciones federadas y que concite un consenso mucho más amplio que la -ya desinflada- burbuja del independentismo.


sábado, 7 de octubre de 2017

¿Hablamos?

Publicat al Cugat.cat

Independientemente de cualquier posicionamiento político, es fácil tener la sensación de que la relación entre Cataluña y España -que llevaba bloqueada demasiados años- se está acelerando y que cada día las noticias se suceden más rápidamente.

Tanto es así, que quizás en el momento en que se publiquen estas palabras ya queden desactualizadas. Hoy por hoy, se ha proclamado el lunes 9 de octubre como el día probable en que sea declarada la independencia. Por lo tanto, es posible que mientras lee este artículo, aún se esté a tiempo de hallar una salida a esta confrontación ante la que cada día todos perdemos aún más. 

De esta realidad, queda poco decir ya. Sobran los adjetivos para calificar esta fractura cuyas consecuencias siguen siendo imprevisibles, caracterizada por la ausencia de acuerdos desde hace ya años entre la visión homogénea, inmovilista y recentralizadora del gobierno del Estado, y  la voluntad separatista, unilateral e ilegal del gobierno de la Generalitat, fractura que durante los últimos días se ha agravado extremadamente como consecuencia de la ruptura de la legalidad en el Parlament por parte de éste último, pero sobre todo por la desproporcionada e inaceptable actuación policial que trataba de impedir una movilización sin garantías y que ya carecía de validez jurídica.

Ante estos hechos, quizás sólo haya una única solución para mantener la unión civil de una sociedad caracterizada por poseer un carácter plurinacional, pluricultural y plurilingüe, pero que respecto a la independencia se divide casi a partes iguales. ¿Cuál es esa solución? Sencillamente, aquella que frente a una unilateralidad y desobediencia -que no nos han llevado a ninguna otra parte más que a conflicto y ruptura- incorpora las diferentes perspectivas en torno a un consenso que permita la convivencia mediante el acuerdo.  

Definitivamente, sólo a través de un proceso de diálogo, de negociación y de pacto, se podrá construir una alternativa que permita compartir identidades y diseñar un proyecto común entre ambas partes, sustentado principalmente en la mejora del autogobierno y la financiación además de otras propuestas a partir de las cuales iniciar un proceso de aproximación mutua que dé respuesta a la pluralidad de sentimientos e identidades nacionales desde el respeto y la diversidad.

¿Hablamos?

jueves, 13 de julio de 2017

Sant Cugat, ciutat postindustrial


Publicat: el 15/jul/17 al Cugat.cat

Afortunadament, Sant Cugat és un dels municipis que compten amb un índex d’atur més baix, fins i tot a escala estatal. Però això no ens ha d’aturar en la recerca del veritable objectiu: arribar a l’atur zero o l’estructural, que és aquell format per les persones que simplement estan en procés de canvi de feina. L’estadística és positiva, però mai hem d’oblidar que darrere de cada número i cada dada hi ha una persona o una família que pateix i que no pot desenvolupar la seva vida en plenitud, satisfer les seves necessitats o complir els seus somnis i objectius.

A la nostra ciutat, la major part dels llocs de treball que conformen l’oferta laboral ja no es dediquen a la manufactura, i una gran part de la producció que es porta a terme no són béns. Ara, un gran percentatge dels llocs de feina a Sant Cugat no produeixen aquests béns tangibles i materials, sinó informació i serveis.

Així, la majoria de les persones que tenen un lloc de feina a una ciutat postindustrial com és Sant Cugat treballen en oficines, call-centers, restaurants, centres sanitaris, educatius, d’investigació, comerços, etc. El cas més paradigmàtic però no l’únic seria el de Delphi: amb el fenomen de l’automatització de les fàbriques, seguit per altres com la deslocalització, molts treballadors van ser desplaçats cap a altres sectors com els serveis, la gestió del coneixement i la innovació, basant en el tractament de la informació la resposta a la progressiva implantació al nostre territori de la indústria 3.0.

Tenint en compte aquests canvis en l’estructura productiva, sens dubte l’eina essencial per arribar a aquest objectiu d’atur zero o estructural és la formació. És imprescindible facilitar la formació necessària per a inserir al mercat laboral als aturats, incidint sobretot en els perfils que tenen més dificultats d’integració per motius d’edat, educació, etc. i per això les diverses actuacions portades a terme a través de les polítiques actives d’ocupació i que es basen en la capacitació per inserció -com per exemple els Plans d’Ocupació- continuen sent tan necessàries i positives.

viernes, 23 de junio de 2017

Regulemos la maternidad subrogada



Muchos no lo recordarán, o ni siquiera lo habrán vivido. Pero antes de la regulación del aborto, una de las opciones ante un embarazo era el clásico viaje a Londres para las que se lo podían permitir, pues las menos afortunadas a veces no tenían otra opción que utilizar otras alternativas más arriesgadas, insalubres y oscuras.

Entonces llegó la regulación. Y puedes estar a favor o en contra del aborto, pero al menos existe la posibilidad en caso necesario y además a nadie se le obliga a realizarlo si no lo desea. Algo similar ocurre con la maternidad subrogada, y como en el caso del aborto es necesaria una regulación por varios motivos.

El primer motivo es precisamente para asegurar las condiciones en las cuales se lleva a cabo. Ofrecer garantías y condiciones tanto en el acuerdo de subrogación como en la gestación y en el momento del parto, así como el reconocimiento de los padres intencionales como los padres legales del niño aun antes de su nacimiento. Así, la regulación ofrecería un marco de seguridad ante las problemáticas de tipo técnico pero también de tipo social, ético y legal, evitando a la vez la discriminación de aquellas personas que no se pueden costear el tratamiento fuera de nuestras fronteras y atajando el flujo de familias hacia países donde no se garantizan con claridad los derechos de las mujeres gestantes.
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En segundo lugar, la regulación impediría que se comercialice con algo tan delicado y personal como es la maternidad y la reproducción. Dejaría así de responder a ese criticado y erróneo concepto de "vientre de alquiler" tan alejado del que tendría que ser el verdadero propósito de la maternidad subrogada, haciendo así que esta práctica sea simplemente la oportunidad de poder realizar el sueño de formar una familia.

Y por último pero no por ello menos importante, una razón que por sí misma ya justifica toda una regulación: es necesaria sobre todo para proteger los derechos de los niños fruto de esta maternidad. Estos niños no son "ilegales" y la normalización reforzaría el respeto de sus derechos como cualquier otro niño incluyendo su acceso al registro civil y el de conocer su origen biológico, además de la prevención de otros efectos secundarios no menos importantes como el bullying. 

Previamente a esta regulación, como sociedad hemos de reflexionar y debatir en torno a este tema que -por las implicaciones que presenta- no deja de ser controvertido y delicado.

sábado, 1 de abril de 2017

Dóna'm 24 hores més




Sovint, molts de nosaltres tenim la impressió que a vegades no és suficient amb dies de 24 hores. A més de la dedicació obligada per motius de feina o estudis, hi ha moltes altres activitats que omplen la jornada comportant-se com si es tractés d'un gas que s'escampa per ocupar tot l'espai que li deixen lliure. I això sense comptar amb els anomenats 'lladres de temps' que no es poden preveure ni -dissortadament- evitar.

Per aquest motiu, recentment han sorgit diverses iniciatives que pretenen racionalitzar els horaris. Ja són més d'un centenar els municipis catalans que formem part de la Xarxa per la Reforma Horària, entre ells Sant Cugat del Vallès, i també s'han pogut trobar algunes altres com diferents iniciatives parlamentàries, tot i que entren en conflicte amb la tan negativa però vigent reforma laboral ja que limita el marc d'aplicació d'algunes de les seves mesures, sobretot les referents als horaris laborals.

Parlant d'horaris laborals, a priori sembla que aquest àmbit és aquell en el que més es pot fer per racionalitzar els horaris: compactar la jornada laboral fent-la a la vegada més flexible és un molt bon primer pas. Però hem d'anar més enllà, i som nosaltres, com a ciutadans, els que hem de començar a portar a terme i a desenvolupar les pràctiques quotidianes que donaran lloc a l'aplicació de facto d'aquesta reforma.


Ángel exterminador

  Mitya apenas recordaba el momento exacto en el cual, unos meses atrás, su jefe le dijo que toda la unidad viajaría a Bielorrusia a unas g...