Me había resistido hasta hoy a hablar de Renfe. Aunque, pensándolo bien, si hiciera un artículo cada vez que va mal quizás recibiría algún premio al Blog más actualizado. Además, en mis escritos, intento aportar argumentando y, si es posible, realizando alguna propuesta, no sólo exponiendo cosas evidentes. Pero es que con esta empresa se agotan los argumentos.
Algunos aspectos que diferencian a Renfe del resto de compañías:
1. Los rangos que aplican a los retrasos. O sea, que quieren decir realmente cuando hacen públicos los tiempos de demora:
2. Las frecuencias de las averías. Ya no se trata de saber si hoy va a haber algún tipo de incidencia. Ahora, de lo que se trata es saber, ya que es seguro que va a suceder, a que hora van a producirse y si te van a afectar. Con un poco de suerte, pasa cuando ya has llegado al destino o, mejor aún, cuando estás ya de vuelta en casa.
3. El maiquelyason.
4. El empeño por estrechar lazos interculturales. Ni alianza de civilizaciones ni nada de nada. Un vagón al 150% o más de su capacidad y ya está. Así, a la japonesa. Si es que podrían copiar sólo lo bueno...
Encima, sólo falta que los paneles informativos tengan algunas bombillas fundidas y los trenes con destino Mataró los anuncien sin la O final. Eso, encima que vayan dando ideas a los viajeros.
A pesar de todo esto, en algunos casos Renfe ofrece servicios que serían impensables en otras compañías de transporte. Supón que llegas tarde y crees que tu tren ya ha marchado. No pasa nada. ¡Renfe se comporta y te espera! Los maleducados de FGC ni te esperan aún siendo ligeramente más caros.
Algunos aspectos que diferencian a Renfe del resto de compañías:
1. Los rangos que aplican a los retrasos. O sea, que quieren decir realmente cuando hacen públicos los tiempos de demora:
- Menos de 10 minutos: Eso no es un retraso, eso es puntualidad relativa.
- 10 minutos: de 10 a 20 minutos.
- 20 minutos: de 20 a 30 minutos.
- 30 minutos: de 30 minutos hasta el infinito y más allá. Justo como anunciaban hoy. Realmente han sido muchos más esperando, hasta que he abandonado y he marchado a coger los FGC hasta la UAB, y de allí a casa. Pero... ¿que pasa con la gente que no tiene alternativa de transporte?
2. Las frecuencias de las averías. Ya no se trata de saber si hoy va a haber algún tipo de incidencia. Ahora, de lo que se trata es saber, ya que es seguro que va a suceder, a que hora van a producirse y si te van a afectar. Con un poco de suerte, pasa cuando ya has llegado al destino o, mejor aún, cuando estás ya de vuelta en casa.
3. El maiquelyason.
4. El empeño por estrechar lazos interculturales. Ni alianza de civilizaciones ni nada de nada. Un vagón al 150% o más de su capacidad y ya está. Así, a la japonesa. Si es que podrían copiar sólo lo bueno...
Encima, sólo falta que los paneles informativos tengan algunas bombillas fundidas y los trenes con destino Mataró los anuncien sin la O final. Eso, encima que vayan dando ideas a los viajeros.
A pesar de todo esto, en algunos casos Renfe ofrece servicios que serían impensables en otras compañías de transporte. Supón que llegas tarde y crees que tu tren ya ha marchado. No pasa nada. ¡Renfe se comporta y te espera! Los maleducados de FGC ni te esperan aún siendo ligeramente más caros.
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