Mitya apenas recordaba el momento exacto en el cual, unos meses atrás, su jefe le dijo que toda la unidad viajaría a Bielorrusia a unas grandes maniobras. Lo que sí recordaba con exactitud eran las semanas de intenso trabajo y el viaje de varios días hacinados en un tren, sin tiempo para despedirse adecuadamente de su madre y de su hermana pequeña.
A sus 19 años, podía contar con los dedos de las manos los días que había pasado en casa durante el año que llevaba en el ejército, en el cual se había alistado motivado ante el fracaso escolar y las desilusionantes perspectivas que se le ofrecían.
Ángel
exterminador
espera la guerra
Aún no se ha declarado, ya lo
sé
pero habrá guerra
Guerra
excitante y prohibida
solo es para mayores de 18 años
Tras llegar a su destino fueron 12 los días de maniobras en pleno febrero bielorruso. Todos ellos con sus noches sin dormir, frio, mucha comida también fría y demasiadas horas en el puesto. Cuando por fin terminaron las maniobras, su jefe anunció que se retrasaba el regreso.
A los pocos días su unidad fue desplegada a pocos kilómetros de la frontera ucraniana. La lejana guerra se acercaba y las horas de espera se eternizaban ya que hasta el transcurrir del tiempo se congelaba bajo el intenso frío, que aún era peor en las noches que Mitya pasaba intentando dormir sobre el suelo junto a un blindado que le doblaba la edad y del cual era el conductor.
Vuelves
a casa como boy-scout
quieres ser un héroe
Aún no ha muerto
nadie, ya lo sé
pero habrá héroes
Guerra
excitante te amo
yo también quiero ser
ministro de la muerte
Una tarde sin más tu jefe los reunió y les informó que al día siguiente sería el ataque. Esa noche Mitya no durmió ni un solo minuto a pesar de que sus mandos les aseguraron que no tenían qué preocuparse, que el ejercito ucraniano huiría y en pocos días estarían en Kiev. Al día siguiente los blindados avanzaron sin problemas hasta que a los pocos kilómetros un vehículo de su columna se volatilizó en una explosión pereciendo toda la tripulación.
Un
hombre grita: no disparen
y cae muerto
Tú te despides en la
estación
con tu uniforme nuevo
Guerra
excitante te amo
yo también quiero ser
ministro de la muerte
El hecho se repitió varias veces durante los siguientes tres días y los rumores empezaron a ser muy pesimistas. Mitya pudo comprobar como simples ciudadanos se enfrentaban a ellos sin apenas armas, les insultaban y lanzaban piedras mientras que el convoy logístico que tanto esperaban nunca llegaría al ser emboscado y destruido. Acabó parando el motor del blindado en los altos para ahorrar combustible, y llegó el momento en que no recordaba su última comida caliente.
Mitya dormía de puro cansancio sentado en su puesto, esperando no ser el próximo en ser alcanzado. ¡Como echaba de menos la sopa de su madre! Para colmo al día siguiente un manguito del motor se rompió, una avería sencilla pero que sin el camión de los mecánicos que había sido destruido el día antes y sin carro de recuperación les dejaba inmovilizados.
El
alto mando ha decidido al fin
pactar un alto al fuego
Un poco
tarde pues se ha arrugado ya
tu uniforme nuevo
Guerra
excitante te amo
el mundo es basura
pero me gusta estar vivo
El avance continuó y su vehículo parado en el camino era un blanco demasiado fácil. Su jefe les dio la orden de recoger el mínimo equipo, su AK y emprender el camino que les llevaría a retaguardia. Salir de allí rápido se convirtió en una obsesión para Mitya, ya había visto como la gastaban los ucranianos y quería vivir aunque fuera con la moral por los suelos tras ver morir a varios de sus compañeros.
Se sucedieron días de sueño, frio y nieve aunque estaba contento de volver a retaguardia, y su último pensamiento antes de que la bala de francotirador le alcanzara dejándole permanentemente paralizado de cuello para abajo fue el deseo de que no hubiera un nuevo vehículo para volver a estas tierras tan inhóspitas.
Vuelves
a casa en el vagón
de los mutilados
Lo has conseguido, eres un
héroe al fin
a cambio de dos piernas
Guerra
excitante y prohibida
solo es para menores
de 40 años